¿En qué momento hay que acudir a una terapia de pareja?

No esperemos a que se haga demasiado tarde para solucionar nuestros problemas.

Una pareja puede estar enfangándose más y más en discusiones, desilusión, apatía, hartazgo… y no plantearse pedir ayuda hasta que ya no hay vuelta atrás en su relación. Encontramos un mecanismo psicológico de adaptación progresiva a situaciones que cada vez van a peor, una especie de “más vale lo malo conocido”. Pero en el mundo de las relaciones humanas, como todo en general, lo que no crece y se desarrolla acaba por degradarse y desaparecer.

No nos da miedo en absoluto consultar por cefaleas, artritis o infección de orina, pero nos asusta pedir consejo sobre como mejorar nuestra relación o la manera de educar a nuestros hijos. ¿Es que los problemas de relación no nos hacen padecer igual, o más, que muchas enfermedades físicas? Por fortuna cada vez es más frecuente en nuestro medio acudir a terapia de pareja o de familia y se empieza a ver como algo natural, que puede ayudarnos a superar una determinada situación que no nos deja ser felices.

Tratad de evitar el miedo o la vergüenza, que no llevan a ninguna parte. Pedir ayuda siempre es valiente e inteligente: hay mucho que ganar y casi nada que perder. ¡Ah! Y debés tener en cuenta que los terapeutas… ¡no nos comemos a nadie!

Si quieres saber más sobre las características de una terapia de pareja te invitamos a seguir nuestro blog. También puedes consultar el capítulo de “Ysinembargotequiero: claves para una buena vida en pareja”. Y no olvides dejarnos tus preguntas o comentarios, estaremos encantados de responderlas.

Comentarios

Añade un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.