Doctora Olga Córdoba
Estrategias de comunicación: Nunca “siempre”, nunca “nunca”.
En este primer post de la serie que vamos a dedicar a la comunicación, queremos abordar uno de esos “errores” en los que caemos con más frecuencia: la generalización.
En ella, pasamos a términos absolutos los comportamientos de nuestra pareja convirtiéndolos en: “tú siempre haces/dices -lo que sea-”, o “tú nunca haces/dices -lo que sea-”.
Lo que podría ser claramente una petición para que nuestra pareja haga las cosas de una manera diferente, pasa a ser una recriminación directa, que no hará otra cosa que ponerle a la defensiva.
Veamos un ejemplo: fijaros la diferencia entre:
–“Tú nunca me haces mimos, eres muy seco conmigo”,
Con:
–“Algunas veces echo en falta que me hagas más mimos. Me encanta cuando me das un beso sin que yo me acerque a ti”.
Muy diferente ¿no? No es difícil imaginar la respuesta emocional que puede producir la primera frase, con la que lo haría la segunda.
Si os fijáis detrás de cada generalización hay siempre (bueno, casi siempre) una petición de algo. “Nunca cierras la pasta de dientes” conlleva que queremos que la cierres cuando termines de usarla. “Siempre estás trabajando” insinúa que queremos pasar más tiempo con nuestra pareja. Así, si además de evitar la generalización podemos explicitar la petición que hay de fondo, a la manera que hemos visto en el ejemplo, la comunicación se hace mucho más eficaz.
Cuando nos vengan a la cabeza las palabras siempre o nunca a la hora de dirigirnos a nuestra pareja, sustituyámoslas por algo que se acerque más a la realidad: algunas veces, casi siempre, de vez en cuando, una vez por semana… Y si además somos capaces de expresar lo que sentimos en forma de deseo en vez de como una recriminación, ¡tendremos el éxito asegurado!
Comentarios
maruiz31 24 octubre, 2012 at 13:10
Enhorabuena! Genial post. Siempre hacéis todo genial! Upps! Mejor decir que cuando os ponéis a ello, con vuestras grandes aptitudes y actitudes ¡tenéis el éxito asegurado!.
Me quedo con vuestra recomendación de no cometer el error tan común de generalizar o hablar en términos absolutos pero lo generalizaré en el resto de relaciones.
Leticia 25 octubre, 2012 at 0:16
Me encantan los consejos q dais. Muchas veces no pensamos cuando hablamos y simplemente, una sola palabra, puede cambiar mucho el rumbo de una discursion (cosa q no siempre pensamos xq no nos damos cuenta) Creo q estos consejos pueden aportar mucha armonía a mi relación de pareja. Gracias a los dos. Estoy deseando poder leerme vuestro libro
Natalia 26 octubre, 2012 at 16:26
Enhorabuena por este blog!! Estoy deseando tener vuestro libro. Ya sabéis que os conozco desde hace muchos años, os he visto crecer, y os admiro como profesionales y como personas. Me asomo cada día a vuestros post y me maravilla como conseguís explicar de una forma tan clara y sencilla asuntos tan complejos. y con qué humor y respeto a la vez. Estoy encantada!!
YSINEMBARGOTEQUIERO 26 octubre, 2012 at 18:06
¡Nos dejas sin palabras! Gracias por tu apoyo y aprovechamos la ocasión para decirte que tú tienes bastante que ver con nuestra proyección profesional y personal. Gracias por todo.
Un beso de Iñaki y Olga.
Andreu 1 diciembre, 2012 at 21:55
Muy bueno! Un error que sin duda he cometido más de una vez. Intentaré recordarlo cuando esas palabras me vengan a la punta de la lengua.
Gracias por los consejos tan útiles