¿Influye la suerte en las relaciones de pareja?
Ahora os estaréis preguntando, ¿pero qué tiene que ver esto de la suerte en las relaciones de pareja? Pues sí, también la suerte tiene su papel. Algunos eventos del azar en relaciones que aún no están suficientemente maduras pueden hacer que una relación de pareja sufra las consecuencias. Veamos algunos ejemplos reales extraídos de “Ysinembargotequiero: claves para una buena vida en pareja”:
Alejandro y Elena llevan casi dos años juntos. Él es claramente el líder de la relación, el que la dirige, toma las decisiones importantes. Se siente el hombre de la casa, protege y cuida a su mujer. A Elena le encanta que así sea, pensar que tiene un hombre fuerte a su lado. Pero en un viaje Alejandro sufre un accidente grave. Tiene que estar postrado en la cama durante meses y luego enfrentarse con un largo proceso de rehabilitación. Elena no está preparada para suplir el papel de Alejandro, ser la cuidadora y líder mientras él está recuperándose, y acaba por romper la relación.
Pero también una aparente “buena suerte” puede traer consecuencias inesperadas…
Arturo y Miriam están locamente enamorados. Llevan 6 meses viviendo en una nube. Se sienten hechos el uno para el otro, la pareja perfecta. Son de un origen humilde y han encontrado en el otro todo aquello no habían tenido antes. Por fin tienen a su media naranja, no pueden imaginar a nadie mejor. A Arturo le toca un día una importante cantidad de dinero en la lotería. Su vida da un giro. Puede hacer y acceder a muchas cosas que antes no podía, se siente el rey del mundo. De pronto empieza a ver que Miriam no es tan perfecta como le parecía, y que quizá el pueda “aspirar a algo mejor”. Ya no le gusta tanto, empieza a fastidiarle su presencia y un día decide romper con ella porque ha dejado de quererla.
¿Qué os parecen estas historias? ¿Os sucedió algo parecido? ¿De qué manera actuásteis y cuáles fueron las consecuencias? No dejéis de compartir con nosotros vuestras experiencias y comentarios, que pueden ser de mucha ayuda a otros lectores. ¡Un saludo a todos!
Comentarios
Maite Márquez 12 octubre, 2013 at 12:28
Con los dos ejemplos queda respondida la pregunta. Tanto lo que en general podría ser considerado mala suerte (tener un grave accidente), o buena suerte (que toque la lotería), llevan a un mismo final. Aunque ya esté muy repetido, lo importante no es lo que sucede, sino lo que se hace con lo que sucede. En ambos casos se trata de relaciones de pareja simbióticas, en las que al dejar de ser la relación fuente de sustento para cubrir las necesidades personales, deja de tener sentido esa relación. Una relación madura está formada por personas maduras, en las que la estabilidad personal no depende tanto de los eventos externos y tampoco su relación de pareja está sujeta a los vaivenes de los acontecimientos vitales.