¿Por qué nos bloqueamos al hablar en público?

Hablar en público causa estrés.La mayoría de las personas experimentan miedo e inseguridad ante la perspectiva de hablar en público. Lógicamente es una situación social en la que el conferenciante se expone al público que le escucha y teme no hacerlo bien. La sensación de cierta preocupación y leve ansiedad anticipatoria desde el punto de vista psicológico es normal, se irá superando conforme la persona se exponga más veces y compruebe por sí misma y por el feedback que reciba del público, que lo hace bien.

Pero ¿Por qué sentimos miedo a hablar en público?Hablar en público es una de las situaciones sociales en las que más expuestos al exterior nos sentimos y universalmente nos provoca cierta inseguridad y miedo a equivocarnos.

¿Por qué algunas personas se bloquean al hablar en público?En general, al hablar en público nos sentimos observados y evaluados. Por muy preparada que llevemos la charla, hay factores que se escapan de nuestro control y comenzamos a sentir miedo al fracaso e inseguridad. Generalmente, la inquietud o leve ansiedad que se siente los días previos a hablar en público queda reducido a cierta preocupación que se supera simplemente exponiéndose a la situación y comprobando que no es tan terrible como imaginábamos.

Pero, hay personas que sufren estas situaciones más intensamente, llegando incluso a paralizarse por sentir auténtico pánico escénico. A veces constituye incluso un problema psicológico que requiere ayuda profesional como es la fobia social.

¿Qué mecanismos psicológicos intervienen? El propio miedo que sentimos, potencia los pensamientos negativos anticipatorios acerca del fracaso que imaginamos: “me voy a quedar en blanco”, “no tengo ni idea y se van a dar cuenta”, “después de esta charla mis jefes me echan”, “me van a notar que estoy nerviosísimo”. Estos pensamientos todavía provocan más inseguridad y más ansiedad, comenzando la persona incluso a sentir sensaciones físicas incómodas propias de la ansiedad como son: palpitaciones, sudor, rubor, temblor, sensación de hormigueo en las manos u otra parte del cuerpo…

Estos síntomas es normal experimentarlos durante los primeros minutos de la exposición, para poco a poco desaparecer conforme vamos tomando confianza en nosotros mismos, comprobando que somos capaces de hacerlo.

¿Qué se puede hacer para superarlo? Lo más importante es seguir haciéndolo aunque nos cueste mucho, es lo que en psicología se llama “Exposición al estímulo fóbico”. Aprenderemos a tolerar el malestar y manejarlo sin que nos inhabilite. También es importante aprender a controlar nuestro diálogo interno que nos boicotea (“voy a fracasar”, “me voy a bloquear”…).

Huir de la situación temida refuerza la sensación de incapacidad y miedo, en cambio, superar y afrontar la situación pese a los miedos anticipatorios, ayuda a adquirir confianza en nosotros mismos y nuestras habilidades sociales.

También es muy importante para atenuar el miedo y no bloquearse, entrenarse y prepararse muy bien la exposición oral sin dejar demasiado espacio y hueco a la improvisación. Suele ser muy eficaz grabar los ensayos en vídeo para observar el lenguaje verbal y no verbal.

Hoy en día tenemos mucha información acerca de técnicas de habilidades sociales para comunicar y llegarle mejor al público, que pueden entrenarse y todo el mundo puede aprenderlas.

Comentarios

Añade un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.